Estos días andamos dándole un aire nuevo a la escalera, ya que, desde que nació Teo, era una asignatura que teníamos pendiente. Nuestra casa contaba originalmente con una escalera circular de peldaños al aire que no nos gustaba demasiado y además nos parecía poco práctica, e incluso peligrosa, con un bebé en casa. Ahora, después de cerrar los peldaños en madera blanca, estamos en proceso de colocar un arrimadero en la pared. Quedará, más o menos, así:
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